Este lunes, un nuevo caso de agresión a un inspector de la Patrulla Caminera se registró durante un control de rutina en la Autopista Silvio Pettirossi, en la ciudad de Luque. El incidente involucró a un joven conductor de una camioneta Ford Ranger negra, con placa WFAO 702, quien se negó a colaborar con las autoridades y terminó agrediendo físicamente a uno de los agentes.
El conflicto comenzó cuando los inspectores detuvieron al conductor por realizar un adelantamiento indebido por la banquina, una infracción que justifica la intervención de los agentes. Sin embargo, el automovilista se negó a presentar sus documentos, como lo exige la ley, y evitó en todo momento someterse al control de la Caminera.
Patricia Ferreira, jefa de Relaciones Públicas de la Patrulla Caminera, explicó a Radio Ñanduti que los inspectores actuaron conforme a los procedimientos establecidos. “En ningún momento cooperó con la intervención”, comentó Ferreira, detallando que la situación se escaló rápidamente a una agresión física, con el conductor empujando a uno de los agentes e incluso rozándolo con su camioneta, poniendo en peligro su integridad.
Una filmación realizada por uno de los intervinientes muestra claramente la negativa del automovilista a someterse al control y su posterior agresión al inspector. Este comportamiento no solo representa una falta de respeto a la autoridad, sino que también es un delito que puede acarrear serias consecuencias legales.
“Ante la solicitud de un inspector, el conductor tiene la obligación de exhibir las documentaciones”, enfatizó Ferreira, recordando que esta exigencia está contemplada en el Artículo 55 de la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial. El incumplimiento de esta normativa puede resultar en multas, suspensión de la licencia de conducir y, en casos de agresión, cargos adicionales por resistencia y ataque a la autoridad.
El Ministerio Público ya ha sido informado sobre el incidente y se espera que se inicie una investigación formal para determinar las responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes. Este caso pone de manifiesto la necesidad de respetar las leyes de tránsito y la autoridad de los agentes encargados de hacerlas cumplir, para garantizar la seguridad vial y el orden público.
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