“Este sábado (pasado) se cerró la cuarta semana consecutiva de un estancamiento de la epidemia. A nivel nacional tenemos que hablar de un modo seguro de vivir y aprender a juntarnos; obviamente no será igual que antes, debido a las restricciones que tendrán, el cupo de aforo, las condiciones para la limpieza de manos, la exigencia del uso de mascarilla, todo eso va a quedar”, manifestó Sequera.
Apertura de eventos socioculturales
Agregó que la implementación del movimiento gradual de las actividades por fase ya no son tan necesarios, por lo que en la próxima semana Salud Pública estará presentando un cronograma para la apertura de eventos socioculturales, incluyendo los del tipo religioso, así como la activación de sectores económicos que aún se encuentran postergados. Indicó que la apertura de estos dependerá de la situación epidemiológica.
En Asunción y Central, los niveles de contagios son mucho más altos que en cualquier otro departamento de todo el país, por lo que hay mucho miedo aún para salir a las calles, sobre todo para aquella población de riesgo. “Los que tengan alguna comorbilidad se tienen que seguir cuidando, el virus está circulando todavía”, recomendó.
Convivir con la pandemia
“Se tiene que empezar a abrir ese camino de convivir con esto (con la pandemia) haciendo planes de 3 a 6 meses, e incluso de un año, de cómo será este modo seguro de vivir. No es que vamos a abrir y va a estar todo lleno los eventos. ¡No! Ni aunque quieran ni aunque liberemos se va a llenar”, recalcó Sequera. Agregó que desde el 1 de octubre se permitirán nuevas actividades, como los eventos sociales para 30 personas.
Con estas nuevas decisiones, en el caso de que se den brotes localizados del SARS-CoV-2 se tomarán medidas localizadas: “Si hay un brote en Caazapá no vamos a cerrar todo el país, vamos a tomar las medidas en Caazapá”, ejemplificó.
Se puede hablar de medidas generales en torno a la apertura de actividades, pero habrá algunas particulares. “Esto es superdinámico, yo sé que la gente quiere que esté escrito en piedra, pero no se puede. Tenemos que aprender a salir, aprender a juntarnos”, dijo.
“Perdimos el miedo al virus, pero no el respeto”
“Ahora sabemos cuáles son los riesgos, sabemos que hay muchas cosas que son útiles y otras que no; por ejemplo, no es útil la alfombrita que se coloca antes de ingresar a algún lugar. Le perdimos el miedo al virus, pero no le perdimos el respeto. Le entendemos y sabemos mucho mejor cómo se contagia, que hay que usar tapabocas, que si nos vamos a juntar debemos hacerlo al aire libre… Todas esas cosas hoy entendemos. Podemos hacer un plan de apertura genial, yo soy partidario de eso viendo esta nueva dinámica”, declaró, atendiendo al hartazgo que significa el confinamiento.
Agregó que el hartazgo del encierro era predecible y resaltó que hay una importante población que aprendió a pasar tiempo en casa y a estos les será fácil readecuarse. “Hay cosas que vamos a tener que controlar por tiempo, tratar de evitar las primeras fases y luego hacerlo de manera inteligente; aprender a hacer un tercer tiempo es mucho más peligroso, que la exposición en el deporte, debido al relajo de las medidas que se dan luego del juego”, advirtió.
Con relación a la apertura de fronteras, señaló que las ciudades que se encuentran en zonas fronterizas están en un riesgo equilibrado, ni alto ni bajo. “No sabemos lo que va a pasar en la quincena de octubre”, mencionó. Explicó que Paraguay se encuentra actualmente con un pico atrasado de tres o cuatro meses en relación al resto de los países de la región. “Nuestro pico no será muy picudo. Tenemos una tasa de mortalidad 10 veces más pequeña que Perú y Bolivia”, sentenció.
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