De acuerdo con el más reciente balance del Ministerio de Salud, el gigante suramericano registró en las últimas 24 horas 2.233 fallecimientos por el virus, 53 menos que el récord alcanzado la víspera, cuando fueron notificados 2.286 óbitos por el covid.
Así las cosas, el promedio de muertes en la última semana subió este jueves a las 1.703 diarias, una cifra nunca antes vista en Brasil.
En cuanto a los contagios, la cartera informó que fueron registrados 75.412 nuevos casos, con lo que el total de infectados en el país subió a los 11.277.717.
Con las cifras de hoy, la tasa de letalidad por covid se mantuvo estable en el 2,4 % de la población, la de mortalidad subió a 129,9 óbitos por cada 100.000 habitantes y la de incidencia se ubicó en 5.366,6 contagiados en la misma proporción poblacional.
Los elevados promedios en los últimos días ratifican a la potencia suramericana como la segunda nación con mayor número de óbitos por covid en el mundo, tan solo superada por Estados Unidos, y como el tercera en cantidad de contagios, por detrás de EE.UU. e India.
Igualmente confirman que Brasil, con sus 210 millones de habitantes, sufre actualmente una nueva ola de la pandemia, más virulenta y letal, en parte provocada por la circulación de nuevas cepas del virus, entre las cuales la variante brasileña que tuvo origen en la Amazonía.
El país está al borde un colapso sanitario. Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) están por agotarse, hay demora en la vacunación por la falta de inmunizantes y la medidas para contener el virus no son suficientes.
En 25 de las 27 ciudades capitales las UCI sobrepasaron el 80 % de su capacidad, y en 15 de ellas, la ocupación de estas unidades superó el 90 %.
En regiones como Mato Grosso y Santa Catarina el sistema ya colapsó y en otras, como Sao Paulo, los días están contados.
En la región paulista los cupos de UCI están acabando, y si las hospitalizaciones continúan como ahora, en menos de un mes el estado entraría en colapso sanitario.
Sao Paulo, epicentro de la pandemia en el gigante suramericano, con unos 63.000 muertos y 2,1 millones de contagios por covid, endureció aún más las medidas restrictivas que se venían aplicando desde una semana atrás y las prorrogó hasta el 30 de marzo.
Con unos 46 millones de habitantes, el estado más poblado de Brasil extenderá a partir del próximo lunes el toque de queda nocturno en tres horas, a partir de las 20.00 horas, y también desde el lunes estarán prohibidas las celebraciones religiosas presenciales en templos, el fútbol y la asistencia a escuelas.
En Río de Janeiro, los pedidos un cupo en una UCI aumentaron 90 % en dos semanas, por lo que las autoridades aumentaron por una semana más las restricciones generales, pero flexibilizaron algunas actividades como las ventas en las playas.
Según el presidente del foro nacional de gobernadores, Wellington Dias, unas 40.000 personas están a la espera de un cupo en una UCI en Brasil y el sistema de salud brasileño está experimentando un «colapso nacional», al abogar por mayores medidas restrictivas para el país en el Senado.
Comentarios