Este imán de la mezquita de Leeds preside el Consejo Nacional Consultivo de Mezquitas e Imames, que está llevando a cabo una campaña para tranquilizar a los fieles, especialmente durante la gran oración de los viernes.
«Estamos seguros de que estas vacunas están permitidas por el islam e instamos a la gente a que se vacune en cuanto tenga la oportunidad», dice a la AFP.
Especialmente afectado por el virus, que ha matado a 96.000 personas en el país, el Reino Unido apuesta por la vacunación para superar la crisis y levantar el actual confinamiento.
Pero un informe del comité científico que asesora al gobierno reveló que existe una mayor desconfianza entre las minorías que entre la población blanca.
Entre los más escépticos, el 72% de los negros se mostraron reacios a vacunarse, seguidos por las personas originarias de Pakistán o Bangladés, con un 42%.
Algunos de los 2,8 millones de musulmanes que se calcula que hay en el Reino Unido temen que las vacunas contengan gelatina de cerdo o alcohol, que están prohibidos por el islam, temor que refutan los imanes.
Aunque algunas preguntas son «legítimas», Asim lamenta que muchos temores estén alimentados por «informaciones erróneas, teorías conspirativas y rumores» que acusan a la vacuna de modificar el ADN, provocar esterilidad o incluso insertar un chip en el cuerpo de la persona vacunada.
– Mensajes en urdu –
Esta desinformación es tanto más peligrosa cuanto las minorías están sufriendo gravemente por el covid-19.
«Estas son las comunidades a las que deberíamos dirigirnos», afirma Nighat Arif, una doctora generalista de Chesham, cerca de Londres.
Cuando se vacunó llevaba puesto el velo islámico y publicó un vídeo en urdu en las redes sociales para la población originaria del sur de Asia.
«Espero que cuando vean un vídeo de alguien que se parece a ellos, una mujer musulmana practicante, que es asiática, que habla su idioma, se identifiquen más que si viene del gobierno», explica.
Y le sorprende el rechazo de algunos: «cuando peregrinan a la Meca o van a Pakistán e India, se vacunan varias veces», se exclama.
También Samara Afzal, doctora en Dudley, en el centro del país, publicó un vídeo en urdu a sus 35.000 seguidores de Twitter para «desmentir algunos mitos».
En su centro médico, esta profesional de 34 años calcula que unas 40 personas entre mil se negaron a vacunarse, cuando ella preveía «una o dos».
«¡Y estos son sólo los ancianos! Estoy segura de que con los más jóvenes habrá muchos más rechazos», anticipa.
– Vacunar en la mezquita –
Casi 5,5 millones de personas, empezando por los ancianos y el personal sanitario, han recibido ya su primera dosis de la vacuna en el Reino Unido.
Como muestra de la preocupación de las autoridades por las minorías, el servicio público de salud NHS está movilizando a los «influenciadores» de las comunidades afectadas para convencer a los escépticos.
«Hay mucho trabajo en marcha para traducir la información y asegurarse de que llega a las personas que importan», explicó a la BBC el doctor Harpreet Sood, que lidera la campaña contra la desinformación para el NHS.
Este ha instalado incluso un centro de vacunación en una mezquita de Birmingham, la segunda mayor ciudad del Reino Unido.
Su imán, Nuru Mohammed, declaró a la agencia Press Association que quería transmitir a sus fieles «un gran no a las noticias falsas» y compartió el vídeo de su propia vacunación en las redes sociales.
Para el imán Qari Asim de Leeds, se trata también de no dar argumentos a la ultraderecha. «Si la vacunación es menor en la comunidad musulmana que en otras comunidades, podría avivar el fuego de la islamofobia», advirtió. «En esta pandemia, nadie debe convertirse en chivo expiatorio», afirma.
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