Estados Unidos, el país más enlutado por el coronavirus, sufre un repunte espectacular de la pandemia con más 200.000 casos confirmados y más de 3.000 fallecidos diarios desde hace tres semanas.
Fauci, que aconsejó a la Casa Blanca durante la crisis y al que Biden ya nombró asesor, dijo este domingo que ese incremento de los casos podría llegar en “un momento muy crítico”, ejerciendo “más presión” sobre un sistema hospitalario muy saturado. El encargado de Salud Pública de Estados Unidos, Jerome Adams, reconoció este domingo que estaba “muy preocupado” ante una posible alza de los contagios tras las fiestas de fin de año.
“Aunque hayan viajado (…), hay medidas que pueden tomar”, dijo Adams a la población estadounidense, a la que recomendó no visitar a personas en situación de riesgo en las dos semanas posteriores a sus desplazamientos.
En la semana anterior a la Navidad, cada día cerca de un millón de estadounidenses viajaron en avión, según la agencia TSA, encargada de los controles de seguridad en los aeropuertos. El inicio de una gran campaña de vacunación es, sin embargo, un motivo de esperanza para un país que ha registrado cerca de 19 millones de casos de COVID-19 y más de 331.000 muertos desde el inicio de la pandemia.
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