Las cifras avanzan lenta pero inexorablemente: la pandemia de nuevo coronavirus ha provocado al menos 929.391 muertos en el mundo desde que apareció en China en diciembre, según un recuento de la AFP este martes a las 11:00 GMT en base a fuentes oficiales.
Además, 29.329.390 personas contrajeron la enfermedad, a un ritmo de más de 300.000 caso diarios en los últimos días, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que registró el domingo un nuevo récord de casi 308.000 nuevos contagios en 24 horas.
“Lo que estamos viendo en las cifras de estos días debería preocupar a todo el mundo”, dijo el lunes el primer ministro canadiense Justin Trudeau, cuyo país registró el fin de semana más de 1.300 nuevos casos, algo que no se veía desde principios del verano boreal. “La última cosa que queremos es revivir este otoño es un confinamiento como en la primavera”, advirtió Trudeau, recordando la importancia de seguir las reglas de salud pública.
El objetivo en todo el mundo es evitar un reconfinamiento generalizado, como decretó Israel a partir del viernes próximo por al menos tres semanas, ya que se teme que agrave las ya duras consecuencias económicas de la pandemia. La alternativa por el momento es tomar medidas más rigurosas en el plano sanitario, incluso confinamientos limitados a un foco o ciudad.
En Canadá, la provincia de Quebec (este), una de las más pobladas del país, se convirtió el sábado en la primera en sancionar a las personas que se niegan a utilizar la mascarilla en espacios públicos cerrados. En Francia, por ejemplo, donde se declararon el lunes más de 6.000 nuevas infecciones tras un pico de 10.561 casos el sábado, se prohibieron las fiestas estudiantiles, las salidas escolares o las reuniones de más de diez personas en varias grandes ciudades, entre ellas Marsella (sur) y Burdeos (suroeste).
Birmingham, segunda ciudad más poblada del Reino Unido, prohibió a partir de este martes todas las reuniones entre familiares o amigos. En toda Inglaterra, ya está prohibido este lunes reunirse a más de seis personas de hogares diferentes.
La tasa de desempleo empieza a subir en el Reino Unido y pese a ser aún baja, de 4,1% en julio, los economistas prevén que se acelere en el otoño, lo que está presionando al gobierno a actuar para preservar puestos de trabajo. Según la OMS, la pandemia empeorará en Europa en los dos próximos meses y la mortalidad va a aumentar. “Va a ser más duro. En octubre, en noviembre, se verá una mortalidad más elevada” en Europa, declaró en una entrevista a la AFP el médico belga Hans Kluge, director para la región de la organización.
En América Latina y el Caribe, la región más afectada del mundo con más de 8,3 millones de casos y más de 312.000 muertos, Perú recibió el lunes una pequeña luz de esperanza, al registrar su menor cifra diaria de decesos (102) en casi cuatro meses.
El total de casos confirmados de coronavirus subió a 733.860, y los nuevos contagios a 4.241 en las últimas 24 horas, según el balance diario del ministerio. Brasil es el país más golpeado de la región, con más de 132.000 muertos y 4,3 millones de casos. Solo Estados Unidos, lo supera en el mundo en número de muertos (194.545).
Del otro lado del planeta, un país con buenas noticias es Australia, que no registró ninguna nueva muerte por coronavirus por primera vez en dos meses el martes, a medida que la desaceleración de los nuevos casos permitió aliviar el confinamiento de Melboune, la segunda ciudad más grande del país. Solo se registraron 50 nuevos casos en todo el país, por debajo de los picos de más de 700 a fines de julio y principios de agosto, mientras que no se registraron muertes por primera vez desde el 13 de julio, según un recuento de AFP.
En China, donde surgió la enfermedad a fines de diciembre, los 210.000 habitantes de la ciudad de Ruili, situada en la provincia de Yunnan, en la frontera con Birmania, quedaron confinados tras la aparición de tres casos de COVID-19, anunció este martes la alcaldía. Todos los habitantes deben permanecer en su casa y deberán someterse a un test. Los comercios deberán permanecer cerrados, salvo los supermercados, los almacenes de alimentos y las farmacias, se indicó.
Una vacuna contra el COVID-19 desarrollada en China podría estar lista para ser utilizada masivamente a partir de noviembre, afirmó un responsable a la televisión oficial del gigante asiático. Los investigadores chinos han sido muy optimistas sobre su avance, y las empresas Sinovac Biotech y Sinopharm inclusive exhibieron durante este mes sus “candidatos” a vacunas en una feria comercial en Pekín.
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