Europa registra importantes y preocupantes nuevos focos de la enfermedad y el número de contagios aumenta significativamente en Francia, Reino Unido y España, donde ya se superó el medio millón de contagios registrados y se contabilizan entre 7.000 y 8.000 nuevas infecciones diarias.
En total, la epidemia mató a 893.000 personas desde finales de diciembre e infectó a más de 27 millones, según el recuento de AFP realizado este martes a partir de fuentes oficiales.
Mientras tanto en China, kilómetro cero del COVID-19, Xi aseguró que se superó “una prueba histórica y extremadamente difícil”, en una grandiosa ceremonia celebrada en Pekín en homenaje al personal sanitario. Oficialmente, China solo registró 4.634 muertos por COVID-19 desde que brotó en diciembre del 2019 en la ciudad de Wuhan (centro del país).
“Hemos librado una gran batalla contra la epidemia que resultó ser abrumadora para todos (…) Ahora estamos a la vanguardia mundial en términos de recuperación económica y de lucha contra el COVID-19”, dijo el mandatario. Sin embargo, China está en el punto de mira de Estados Unidos, que acusa al país de haber ocultado la gravedad del nuevo coronavirus.
Justamente en Estados Unidos, país con mayor número de contagios y fallecidos por coronavirus (6,3 millones de infecciones y casi 190.000 muertos) la pandemia se infiltró inevitablemente en la campaña para las presidenciales de noviembre.
El lunes, el presidente Donald Trump llamó “estúpido” a su rival demócrata, Joe Biden, y lo acusó de tener una “retórica antivacunas”. El mandatario incluso especuló con la posibilidad de tener una vacuna antes de las elecciones, algo que los expertos consideran muy improbable.
“No confiaría en Donald Trump y tendría que ser una fuente creíble de información la que hable sobre la eficacia y confiabilidad” de esa vacuna, dijo Kamala Harris candidata demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, a la cadena CNN.
“Quiero transparencia total sobre esta vacuna”, pidió Biden, acusando al presidente de politizar los problemas sanitarios. Y mientras diversos laboratorios siguen buscando una vacuna, los expertos se felicitan por el afortunado uso de algunos medicamentos para paliar los efectos del coronavirus.
Oxigenoterapia, corticoides o anticoagulantes han demostrado su eficacia, conforme los médicos iban conociendo más el virus y sus consecuencias.
Por ejemplo, y según una serie de trabajos publicados en la revista médica estadounidense Jama, los corticoides permiten reducir en un 21% la mortalidad al cabo de 28 días entre los pacientes aquejados severamente de COVID-19, al combatir la inflamación.
En Europa, donde la pandemia mató a más de 218.000 personas y contagió a más de 4,2 millones, el número de nuevos casos aumenta. En España, país de 47,3 millones de habitantes, la proporción de casos respecto a la población duplica la de países vecinos como Francia o Italia, según cálculos de la AFP. La región más afectada sigue siendo la de Madrid, con 16.501 casos detectados en los últimos siete días.
Pero pese a estas cifras, la mortalidad es muy inferior a la del momento álgido de la pandemia en España, en marzo y abril. En Francia, donde se contabilizaron más de 4.000 nuevos contagios en las últimas 24 horas, se contempla recortar de dos semanas a una el aislamiento domiciliario de las personas con COVID-19.
“El contagio es mayor en los cinco primeros (…) y después disminuye”, argumentó el ministro de Salud, Olivier Véran. América Latina y el Caribe sigue siendo la región más castigada del mundo con más de 298.000 fallecidos y 7,8 millones de contagios.
En Brasil, donde se registraron más de 126.000 muertes por coronavirus y más de 4,1 millones de contagios, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva acusó al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro de haber convertido la pandemia en un “arma de destrucción en masa” y aseguró que “habría sido posible evitar tantas muertes”.
El mundo del deporte se vio especialmente sacudido en las últimas horas por esta pandemia. El director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, dio positivo al COVID-19 y debe dejar la prueba durante una semana.
En cambio, todos los ciclistas han dado negativo en los controles y pueden continuar la carrera. Además, la número uno mundial de tenis australiana Ashleigh Barty anunció este martes que renuncia a jugar el torneo de Roland Garros, que ganó el año pasado, debido a la epidemia.
“Hay dos motivos para mi decisión: el primero son los riesgos sanitarios aún existentes debido al COVID. El segundo es mi preparación, que no fue la idónea”, dijo la deportista. Está previsto que Roland Garros comience a disputarse a finales de septiembre.
Por otra parte, el delantero del PSG y la selección francesa Kylian Mbappé dio positivo por COVID-19, y fue declarado baja para el partido Francia-Croacia previsto el martes.
Pese a este contexto incierto, los Juegos de Tokio del 2020, aplazados debido al coronavirus, deben celebrarse el próximo año “a cualquier precio”, dados los esfuerzos realizados por los atletas para prepararse, declaró este martes la ministra japonesa del evento, Seiko Hashimoto.
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