Así las cosas, el conjunto paraguayo se impuso 4-1 con doblete de Antonio Marín, un gol del infaltable José Florentín y Fernando Fernández.
Guaraní fue superior. No hubo lugar a la duda en cuanto a esa apreciación. Muchos factores se dieron para que la diferencia sea amplia e incluso que pudiera ser mayor.
Llegó al partido aceitado, con campeonato ya en desarrollo, una pretemporada óptima y su contrincante, en cambio con la desventaja de que aún no larga oficialmente en su país.
Mostró mucha voluntad pero no fue suficiente. Hasta llegó a acortar cifras por medio de Roman Castillo pero de inmediato, Fernando Fernández volvía a estirar la distancia.
Cuatro goles en calidad de visitante, una distancia de tres goles y por la harta diferencia de ritmos son cuestiones que no tienen por qué poner en duda la inminente clasificacion aurinegra a Fase II de la Copa.
Sabido es que no hay lógica en el fútbol y Royal Pari podría dar un golpe en Villa Elisa en la revancha, pero entre lo visto y la suposición, Guaraní tiene con qué hacer prevalecer los hechos que son latentes por donde se lo mire.
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